Monday, July 3, 2017

Una traducció planera del principi de la Declaració d'Independència

“A vegades, cal separar-se, i continuar com a iguals, un al costat de l'altre. Cada poble en té el dret, però també va bé explicar per què. Pensem que és obvi, però, que tots els humans tenim uns drets fonamentals i que per garantir i protegir aquests drets, s'han creat uns governs, que es legitimen amb el mandat democràtic dels governats. I si el govern en lloc de protegir aquests drets, els viola, la gent té el dret de reformar el govern o abolir-lo, i fer-ne un de nou basat en aquests principis. Evidentment, no s'ha de fer a la lleugera. De fet, és conegut que la gent està disposada a aguantar bastanta injustícia abans de fer fora els que els minven els drets. Però quan hi ha tants i tants abusos, i sembla que tots van al mateix sentit, que és sotmetre el poble a un despotisme absolut, la gent no només té el dret, sinó el deure de formar un nou govern que vigili pels seus drets. Aquesta és la nostra situació.”

Aquesta és una traducció planera del principi de la Declaració d'Independència d'Estat Units que el 4 de juliol es celebra amb barbacoes, desfilades, i focs artificials arreu del país on vaig nèixer. Fa 241 anys, 56 signants molt valents, fan fer l'impossible i l'impensable dient "prou" a la potència més gran del món, i exigint el reconeixement al món sencer d'uns drets bàsics, insustituibles i intransferibles: el dret de la vida, la llibertat i la recerca de la felicitat, però també el dret a reemplaçar un govern que ja no el representa. No ho van deixar estar amb una declaració, ho van fer efectiu, i contra tots els prognòstics, van guanyar. Nosaltres, armats només amb aquests drets inalienables, la raò, el sentit de la justícia, i el mandat del poble de Catalunya, també guanyarem.

Recomano llegir la traducció complerta i precisa d'un document remarcable i sorprenent, aquí a Viquipèdia.

L'original en anglès, escrit per Thomas Jefferson, i amb apunts descriptius, es troba aquí (i a la Library of Congress).

I sí, n'estic ben orgullosa.

Happy Fourth of July

Tuesday, March 14, 2017

Carta a los gallegos de parte de una catalanoamericana

La semana que viene vuelvo a Galicia. Fui por primera vez en 1983, para visitar a la familia de un profesor mío de Estados Unidos, mi país natal. Fue un fin de semana que nunca olvidaré por la hospitalidad y ternura de estos amigos, la belleza del paisaje y la sensación—y deseo!— de que con mi apellido, hubiera algún enlace ya existente y quizás posible. También fue el motivo para volver a viajar a España al año siguiente, y para profundizar en los estudios en la universidad, lo que me llevó a estudiar tanto el catalán como el euskera (y un poco el gallego) y acabar trasladándome para vivir en Cataluña en 1987. Una cosa lleva a otro y aquí estoy de vuelta.

Esta vez viajo a Galicia para explicar lo que he aprendido en Cataluña. No sobre la identidad ni la independencia, aunque seguramente también un poco, sino sobre la fuerza democrática y la potencial de la movilización pacífica para cambiar la situación política de la gente de cualquier sitio.



Hace dos años, al final de 2014, después de realizar una consulta no oficial, no vinculante sobre la independencia, en Cataluña los activistas "indepes" pasamos un mal momento. Nos habían prometido que esta consulta tendría vinculación política, y se acabaría legitimando con unas elecciones plebiscitarias pero las elecciones no se acababan de convocar y en su lugar los políticos se echaban las culpas. La verdad es que teníamos los ánimos muy bajos. La prensa vendía un relato que decía que eso que intentábamos hacer era 1) una estafa instrumentalizada de parte de nuestros políticos para quedarse en el poder y 2) imposible aunque no lo fuera. Pero yo había experimentado el movimiento en primera persona, conocía la gente involucrada y sabía que esta versión de los hechos era errónea. Además, sabía que se habían llevado a cabo unas iniciativas muy creativas, distintas y llamativas de las cuales habían pruebas fotográficas. Y decidí hacer un libro para dar una versión más cuidadosa de los hechos.



Mientras hice la búsqueda para crear el libro—una compilación de fotografías de todas las cosas que se ha hecho desde la sociedad civil para movilizar la gente a favor de la independencia— pidiendo fotos por Twitter, Facebook, mail y incluso por Whatsapp, me di cuenta de la remarcable evolución que ha tenido este movimiento y tuve claro más que nunca el papel fundamental que ha tenido la sociedad civil. No es que solamente los políticos no fueran los líderes de este proceso, es que al principio pusieron obstáculos, y al medio nos siguieron a regañadientes, solamente después de masivas manifestaciones y presión permanente. Sólo recientemente ha sido cuando se han puesto las pilas del todo. En cambio, ha sido la sociedad civil—la gente— quienes hemos empujado y empujado hasta llegar al punto donde estamos ahora, muy cerca de la meta, con una mayoría en el Parlamento a favor de la independencia de Cataluña y con un presidente comprometido a convocar y realizar una consulta sobre la independencia de Cataluña oficial y vinculante.

En el libro explico la suma importancia de las iniciativas individuales y colectivas de muchas personas que no se sentían representadas por sus políticos. El uso de las redes sociales, las conexiones entre grupos y asociaciones, las horas y horas voluntarias han sido muy importantes, pero también hubo otra cosa inesperada: unas ideas un poco locas que quizás no consiguieron su objetivo directamente pero que impulsaron otras acciones, y éstas a otras. Sobre todo, el libro describe como cada persona puede aportar su pequeño grano de arena, según sus deseos, recursos y habilidades, por pequeño que sea, y por loco que parezca, y puede acabar ayudando a acercarse a un cambio monumental político, incluso para crear un nuevo estado.

El carácter cívico, la insistencia en la democracia y la estricta no-violencia también han sido claves. Erica Chenoweth, una profesora estadounidense explica en su libro "Por qué funciona la resistencia civil" que los movimientos no violentos tienen dos veces más de posibilidades de éxito que no los violentos. ¿Por qué? “La fuerza de la participación masiva y cívica de una campaña no violenta tiene más posibilidades de girarse en contra del opresor cuando se enfrenta con la represión, de estimular cambios de lealtad entre los que daban soporte al régimen y de proporcionar a los líderes de la resistencia un menú más variado de opciones tácticas y estratégicas". Las campañas que fracasan, en cambio, son las que no saben sumar "una comunidad amplia, diversa y sólida que pueda erosionar la fuerza del adversario y mantener la resilencia delante de la represión." En Cataluña, sí que la hemos sumado y lo saben.

Y aquí encontramos un mensaje para todos los que nos sentimos pequeños delante una estructura política opaca y lejana que no parece escucharnos, una situación en que quizás se encuentran muchos gallegos también: Tenemos mucho más poder del que nos damos cuenta. Todos tenemos algo para contribuir. Y si trabajamos juntos, podemos conseguir cambios muy significativos.

------

La autora norteamericana, Liz Castro, ha vivido entre Cataluña y Estados Unidos durante los últimos 30 años y es también la editora de "Qué le pasa a Cataluña?" una colección de ensayos sobre las razones detrás del movimiento hacia la independencia. Es además escritora de libros superventas sobre informática—sobre la creación de páginas web, blogs y libros electrónicos, unas tecnologías que empoderan a la gente a explicar sus propias historias sin tener que pedir el permiso o tener la infraestructura de los medios grandes. Fue la persona más votada dos veces al Secretariado de la Asamblea Nacional Catalana.  Puedes escuchar su entrevista con La Voz aquí.

Hará tres presentaciones de Muchos pequeños granos de arena en Galicia esta semana: en Portas Ártabras en A Coruña el martes, la Libraria Lila de Lilith en Santiago de Compostela el miércoles, y en Libraria Andel en Vigo el jueves. Para más información, consulta http://www.lizcastro.com

Saturday, March 11, 2017

Presentacions, Canet i Corbera... i aviat Galícia!

Porto mesos dient que vull escriure sobre les presentacions que estic fent per explicar Molts granets de sorra—o més aviat per explicar aquest moviment democràtic, no violent, creatiu i sobre tot efectiu que tenim entre mans. Esperava a tenir una web més complerta, organitzada i ben dissenyada, però al final m'hi llençaré ja així a mitges i de qualsevol manera, demostrant una altra vegada que realment sóc més americana que catalana :)

Dijous a Corbera amb una introducció molt agraïda de la Berta Juanias i gràcies a l'ANC Corbera, que estan treballant incansablement. Vam parlar, entre altres coses, de la importància de les xarxes en poder fer conexions directes amb la resta del món. Ja no cal passar pel filtre madrileny—que per molt imparcial i professional que vulgui ser, senzillament no pot cobrir Catalunya com ho faria algú físicament aquí. Tampoc cap passar per ni demanar permís als mitjans tradicionals i establerts: amb el mateix Facebook podem explicar i demostrar exactament el que està passant aquí, com va fer dijous mateix en Joan Marc. Aquesta conexió directa amb la resta del món és essencial no perquè ens ajudin, sinó perquè quan nosaltres hem fet la feina—fer i guanyar el referèndum i declarar la independència—entenguin perquè té tot el sentit del món reconèixer-ns.

Amb la bona gent d'ANC Corbera

Ahir vaig estar a Canet de Mar, gràcies a la bona gent d'Òmnium i l'ANC. Moltíssima gent, la sala totalment plena. De camí cap allá, caminant pel poble, que no coneixia—i que em diuen que té la proporció més alta de modernisme per metre quadrat!—algú em va reconèixer i també s'hi va apuntar.

Vaig explicar, com explico sempre, les quatre raons perquè vaig voler fer aquesta col·lecció de fotos i històries sobre el moviment cap a la independència... la meva presentació és més o menys igual en cada lloc—això ho explicaré en més detall en una altra entrada—però les preguntes sempre varien.

Ahir, vam parlar una bona estona sobre la campanya: la gent està amoïnada perque encara no ens hi hem posat de ple—jo també—i ens va explicar en Quim de l'ANC que estan treballant molt en la campanya de Fem Futur, anant als mercats, parlant en petit comité, intentant amb tot d'arribar als indecisos, i també molt important, deixant a vegades una mica d'espai perquè la gent no se senti agobiada i que puguin decidir lliurement. D'això es tracta!

Personalment, crec que un dels grans reptes que tindrem és fer sortir la gent a votar—arribar a cada votant, tant els Sís com els Nos—i que necessitarem, i tindrem, l'ajut dels comuns, i per això també els hauríem de deixar una mica d'espai i no exasperar-nos tant que la independència no sigui la seva primera prioritat, com ho és la dels indepes.

Al final de l'acte en Quim em va presentar amb una galeta preciosa modernista (deia que era pastisser jubilat) i em va explicar que Lluís Domènech i Muntaner tenia molts lligams al poble, que té uns edificis seus, i que ho celebren cada any amb una fira modernista al setembre. Hi tornaré! M'encanta conèixer els diferents indrets de Catalunya!

Galeta modernista Canet de Mar

Per últim, quina gràcia tornar a veure-hi un vell amic que em va deixar aquesta fotografia d'una de les primeres calçotades que vaig assistir, deu ser el 1991 (glups!). I us estranya que no m'hagi pogut deixar mai Catalunya :)

Calçotada 1990?

La setmana que ve, viatjo a Galícia a explicar aquest moviment democràtic i no violent, amb l'esperança d'inspirar a la gent i recordar-los que el poder de canviar la nostra situació política és de tots, no només dels polítics o dels rics. És una qüestió de democràcia. Tinc molta curiositat per saber quin interès tenen, quina imatge han rebut, i quines preguntes em fan. Ja us explicaré com va. Diumenge al matí, faig la primera entrevista per radio. Quins nervis. Espero que el meu castellà estigui al nivell. No us en rigueu!

Tuesday, December 22, 2015

Celebrem la desunió!

Permeteu-me parlar de vosaltres aquesta vegada, i no incloure-m-hi, ja que per bé o mal, els americans anem pel món amb una certa confiança fins i tot una certa arrogància que es pot fer tot, i que la nostra força ve justament de la nostra caos, de les nostra diversitat gràcies a cinc segles d'immigració, de la nostra joventut (com a país), i dels nostre esperit independent.

Us haig de dir una cosa important. Teniu una por insalubre a la desunió, i penseu que de la desunió ve el fracàs. Espectres de derrotes antigues—propiciades per la desunió—us roben la son. Sospiteu que de certa manera aquesta inhabilitat de posar-vos junts per superar els obstacles que venen de Madrid té més a veure amb una característica intrínseca catalana (tres caps, quatre opinions) que no pas amb l'esforç concertat i demolidor d'un estat en contra. Heu patit en primera persona tants lideratges negatius que no us fieu gaire dels líders polítics, encara que siguin els vostres mateixos. Massa vegades, us han venut a Madrid a canvi d'un plat de llenties, i a sobre, no us han tocat ni les llenties.

En lloc d'assenyalar el maltractament, heu internalitzat i acceptat la culpa. No sabeu veure la gran força que heu acumulat, i sembleu empentats en només veure problemes.

Ara, per un moment, mireu-vos pels meus ulls. Jo veig una multitud de gent de tota mena. Veig gent rica i no tan rica, amb estudis i sense, músics i futbolistes, arquitectes, economistes, juristes, taxistes, i gent que fitxa cada dia però viu més els caps de setmana. Veig joves, pares, i avis. Veig cooperativistes, gent de caus, escoltes, excursionistes, escriptors, castellers i cantaires. Veig banquers i economistes, emprenedors i tecno-geeks, feministes i ecologistes, mossèns i fidels. Veig gent a l'esquerra força esquerra, i gent a la dreta força dreta. I molta, molta gent entre mig.

També veig gent que penqueu molt per la independència i alhora veig gent que us n'ocupeu d'altres coses. Alguns no teniu el luxe de passar hores i hores fent bustiades, trucades, i reunions interminables. Altres sabeu que la vostra aportació a Catalunya pren la forma de cantar, escriure, prestar diners, fer empreses, conduir autobusos, apagar focs o connectar cables. I uns quants més ja heu fet el que heu pensat que podíeu fer, i llavors heu tornat al dia a dia de les vostres vides, a cuidar els vostres fills o pares o avis, als vostres somnis particulars.

D'això no se'n diu desunió. D'això se'n diu transversalitat. Però no us desespereu i no deixeu que us enredin: no és pas neutralitat. Tots teniu claríssim que la millor opció per Catalunya—i també per Espanya—és que Catalunya sigui una república independent. Esteu radicalment declarats a favor de la República Catalana, res de neutrals.

Llavors, sabeu el que veig? Veig que tots vosaltres us heu reunit en grups petits i grans, en partits polítics i organitzacions cívics, i a la sobretaula, i heu fet el que calia perquè la independència de Catalunya sigui el tema més parlat durant els últims anys. Inclús quan no deixaven parlar els partits catalans, parlaven sobre Catalunya. No només parlat, sinó votat. Perquè tingueu-lo clar: fins assolir la independència, cada elecció va sobre Catalunya.

Per què ha acabat primers a Catalunya En Comú a les eleccions espanyoles quan el 27S els seus resultats han estat tan minsos? Tres raons: 1) ens han promés un referèndum—que no poden entregar, però ha colat igualment; 2) és una evidència que passés el que passés, els partits independentistes serien minoria al Congreso de Diputados, però Podemos, amb el suport de En Comú tenia almenys una possibilitat teòrica de guanyar majories, i per tant, potser, podria ser un vot 'útil', i 3) francament els d'ERC i DiLL no han sapigut explicar què hi anaven a fer (i aquests a sobre han canviat el nom! Que no saben res sobre el Branding?) Digue'm que hi vas per deixar l'escó buit, per treure els diners de l'escò dels altres, per fer una delegació d'independentistes, però no m'expliquis cuentos.

És curiós que els d'En Comú sempre ens diuen als independentistes que hauríem de ser més transversals, que hauríem de ser oberts als que són només "sobiranistes" o als que "volen decidir-ho tot" (sense especificar-ne les prioritats). I tant, benvinguts. Però ja aniria més enllà.

Malgrat ser d'esquerres, jo no vull crear un 'país d'esquerres'. No vull fer fora els que no pensen com jo. Vull que hi hagi un sistema electoral, i d'educació i de premsa, lliures i justos que permeten decidir democràticament les polítiques del país, segons les circumstàncies.

Som els immigrants que tenim clar que no és la unitat que porta la força—la unitat és un avorriment!—és justament la transversalitat, la diversitat, és la cacofonia a vegades, perquè és quan som tots diferents, amb habilitats i forces diferents, que podem respondre de totes les maneres necessàries i tindrem, entre tots, totes les eines que necessitem per afrontar els reptes que tenim davant. No obliguem que tots siguem iguals, que el resultat seria un afebliment no només del nostre moviment cap a la independència, sinó també al país que volem construir. Com la biodiversitat, la políticadiversitat ens fa més forts, més productius, més resistents.

Celebrem la desunió (i també la desUnió!). No hi tingueu por. I tirem endavant per guanyar la República Catalana de tots, amb totes les seves variacions.

Tuesday, December 1, 2015

Sortim de les bombolles!

Avui m'ha arribat l'escrit de Lluc Salellas, de la CUP, sobre la trobada del diumenge per una altra persona. Jo segueixo un número obscé d persones, i per tant no el vaig veure quan ho va tuitar al principi, malgrat seguir en Lluc. Però normalment, l'aire general del meu TL em porta les notícies importants del dia, a més a més d'alguns que no he esperat. I les dues parts són l'essència de Twitter: les notícies que espero i aquelles que em sorprenen.

Però és molt fàcil endinsar-se en una comunitat molt insular a Twitter, els que són exactament com tu, els que llegeixen les mateixes coses, i pensen de la mateixa manera. Les bombolles o cambres d'eco. Perquè pots imaginar que TOTHOM pensa igual com tu i que només els bojos pensen diferent. És un gran perill. Sobre tot avui. Sobre tot amb les negociacions que tenim per davant.

Ara més que mai necessitem saber el que estan pensant els altres, els que ens són diferents, per raons estratègiques, però sobre tot per aprendre els uns dels altres. I també per trobar que tenim punts en comú—molts en que variem, i això també és bo—però aquells punts en comú entre gent diferent són molt importants.

Evidentment la gent segueix a altra gent per moltes raons. N'hi ha que segueixen els amics, els coneguts, els famosos, els provocaires, els enemics i n'hi ha que segueix a tothom sense pegues. He utilitzat l'eina FollowerWonk per comparar tres perfils de cop per a veure quants seguidors tenen (o tenim) en comú amb gent diferent. No és una manera gaire científica, però els pocs que he fet, sí que revelan l'obvi: tendim a compartir més seguits amb els que són més som com nosaltres, i els polítics més encara. (Ja sé que hi ha gent que fa servir llistes per seguir els tuits de les persones que no segueixen, ja us he dit, no és gens científic això, encara que sí que és divertit mirar-ho.)

(He comparat Lluc Salellas amb Gerard Gómez, ja que són dos joves diputats al Parlament de Catalunya de partits diferents)

Però aquests dies, sembla que estaria molt bé que amplièssim les mirades una mica més, i que intentèssim escoltar més enllà dels nostres.

Quants CUPaires segueixen a JxSistes i vice versa? Ens estem escoltant? Quanta gent diferent segueixes tu? Us animo a expandir els horitzons, i sobre tot, d'escoltar aquesta gent diferent!

#Escoltem·nos!



Monday, November 30, 2015

La independència de l'ANC

Diumenge un altre periodista, amic, va posar en dubte la independència de l'ANC, sense més. Ni acusacions específiques ni evidències. Senzillament com si fos un fet que tothom sap. Aquesta tendència la trobo frustrant i potser interessada. Per mi, la força de l'ANC és justament que no som polítics; som gent de 'base' que en veure que els polítics no feien cas a les inquietuds de la gent, sobre l'Estatut, sobre les iniciatives populars, sobre les consultes, sobre la independència, vam posar mans a la feina per tirar-ho endavant. És per nosaltres i per tots els activistes no-polítics que som on som. Per evitar la influència dels polítics, a la nostra declaració fundacional insistim que l'Assemblea no pot presentar candidatura, ni donar suport a cap candidatura en concret. El nostre únic objectiu és l'assoliment d'una República catalana i necessàriament independent.

Però ara que som més de 80.000 socis (40.000 dels quals són de ple dret, pagant quotes cada mes), amb una força de mobilització sense igual, tothom se'n vol apropiar. Els uns diuen que som dels altres per poder menysprear la nostra força. Els altres volen abraçar-nos com a propis per aprofitar-se'n de la nostra força, i també de la nostra feina. S'equivoquen tots de ple.

La gran majoria de socis de l'ANC són gent que mantenim l'objectiu singular de la independència, amb una maxivarietat sobre com podrà ser una vegada l'assolim. Som de tots els partits i de tots els gustos. S'ha evidenciat clarament en cada manifestació que hem fet, des de l'11 de setembre del 2012 en que es va demanar ser el proper estat d'Europa, fins el que vam fer l'altre dia davant el Parlament en que exigíem acord per portar-lo a terme. No hi ha hagut cap pancarta de l'ANC a favor d'un partit o un polític individual. I no n'hi haurà. Més important encara: no hi haurà mai cap manifestació a favor d'un partit o d'un polític individual.

Que n'hi hagi dins l'ANC que volen veure el Mas president? I tant. I d'altres que volen que la CUP garanteixi el full de ruta? També. Que n'hi ha que pensen que Mas es posa a si mateix davant de tothom o que la CUP dóna preferència al seu programa polític?, també i també. N'hi ha d'altres que estan farts de tots plegats? Bastants. Però la pregunta més important és si n'hi ha que ens controli per regalar la nostra veu cap a una força o una altra, per subjugar la nostra voluntat cap a la independència darrera un partit o un altre. I aquí, amb perdó a tots els que busqueu marro, no dic que no ho intentin, però com la CUP, som assemblearis, i per bé o malament, som força difícils de controlar. Ho decidim tot entre tots. Som lents a vegades perquè fem l'esforç d'escoltar-nos a tots. I el resultat és que el que surt reflecteix tota l'Assemblea. I l'Assemblea el que vol és la independència.

Mireu el que hem fet des de que jo he estat al Secretariat: la cerca d'una candidatura de la màxima transversalitat, una manifestació d'un milió i mig de persones just abans de les eleccions que no ha mencionat ni afavorit cap partit sinó la independència mateixa, dues setmanes de campanya electoral en que ens hem mantingut completament als marges, lluny dels partits, i la insistència des de llavors de que arribin a un acord els 72 diputats independentistes que ara són al Parlament de Catalunya.

Ara em direu que la declaració d'aquest individu, o la compareixença d'aquell ha estat esbiaixat cap a un sabor polític. Doncs, mira, potser sí. Les persones no som neutrals. Us diré un secret: tenim opinions. Cadascú de nosaltres vivim en aquest mateix món i tenim les nostres preferències polítiques. Clar que sí. Intentem no parlar gaire en públic de les nostres opinions personals sobre la millor configuració per arribar a la independència però no és que no en tinguem. Seria absurd. I francament és fantàstic que tinguem opinions, i opinions diverses. La força d'aquest procés és justament que NO som tots del mateix partit. Venim del nord i del sud. Per mi un dels resultats pitjors d’unes hipotètiques noves eleccions seria que per definició voldria dir que ens hem encongit. No l’hauríem de permetre.

Però el que vol l'Assemblea com a grup, i el que sempre hem dit, i com sempre hem actuat, és la independència de Catalunya, independentment de cap partit. Cap. Els que intentin posar-nos al servei d'aquests o aquells—des de fora o des de dins—i els que diuen que això és possible, ens menyspreen com a organització, com a activistes i com a persones. Però no ens controlen pas. L'Assemblea es manté independent i ens mantenim ferms a favor de la independència. I no pararem fins que l'aconseguim.


Monday, November 9, 2015

España no entiende la democracia, así que ¿es extraño qué los catalanes quieran irse?

(Publicado originalment en Irish Times. Traducido por el Sectorial de Traductores de la Asamblea Nacional Catalana.)

En Portugal, el presidente Pedro Passos Coelho perteneciente al ámbito político de la derecha, decidió ignorar la decisión popular y no invitó a formar gobierno a la mayoría integrada por las izquierdas. A su vez, el exministro de finanzas griego, Yanis Varoufakis recorre Europa intentando explicar que el 60% de los griegos votaron no al plan de austeridad de la Unión Europea, aunque el gobierno los ignoró y acabó aceptando dicho plan. Y en Cataluña, el gobierno español nos repite cada semana que no tenemos ningún derecho a decidir, pacífica y democráticamente, nuestro futuro político. ¿Cuándo empezó Europa a tener tanto miedo a la democracia?

Hace dos semanas en Cataluña, el recién constituido Parlamento presentó una resolución fundamentada en el programa electoral conforme al cual fue elegido, declarando el "inicio del proceso de creación de un estado catalán independiente en forma de república". La prensa y el gobierno españoles lo calificaron de golpe de estado y de "provocación", respectivamente, mientras que la prensa extranjera se ha inclinado por definirlo como una manipulación orquestada por parte del actual presidente catalán, Artur Mas, para aferrarse al poder y al mismo tiempo crear una cortina de humo para esconder la corrupción de miembros de su partido.

Esta total falta de comprensión proviene de no haber prestado la debida atención durante muchos años. El pueblo de Cataluña ha ido avanzando en la última década de modo inexorable y estrictamente democrático, hacia el momento actual.

La promesa de la democracia consiste en que si uno no está satisfecho con su gobierno, puede cambiarlo votando. En España, esta promesa se ha incumplido repetidamente, a veces brutalmente por parte de dictaduras. Un tercio de la población todavía puede contar anécdotas de primera mano de la última vez que ello ocurrió. Europa hizo concebir la esperanza de que podría civilizar España e implantar la democracia y Cataluña se lo creyó.

Echar leña al fuego

Desde la muerte de Franco en 1975, Catalunya ha hecho todo lo posible para que la relación funcionara. Hemos contribuido económicamente en mayor medida de lo que nos correspondía – y a causa de ello hemos acabado en peor situación económica que nuestros vecinos  − intentando llevarnos bien. Hemos defendido tenazmente nuestra cultura y nuestra lengua en un estado que dice que siente interés por ellas, pero en el que en realidad se imparten menos clases de catalán que en el Reino Unido, Francia, Alemania o los Estados Unidos y que prohíbe utilizarlo en sus propias instituciones, como el Congreso y el Senado y en las de Europa como el Parlamento Europeo. Al mismo tiempo, hemos aprendido español y nos gusta la literatura española. Hemos financiado mediante aportaciones privadas carreteras, líneas aéreas y conexiones con el aeropuerto, mientras que España dilapida el dinero en trenes de alta velocidad con destino a una localidad de 28 habitantes.

“España organiza una campaña del miedo que avergonzaría a Better Together y sin embargo, hemos vuelto a ganar con más votos incluso que en ocasiones anteriores.”

En 2005 y 2006, con la configuración posible de partidos más favorable en Madrid y Barcelona, los catalanes realizaron un esfuerzo con la mejor buena fe posible para negociar un mejor encaje. Pero Madrid no cumplió sus promesas. La lista es demasiado larga para reproducirla aquí, pero la frustración generada en Cataluña, la humillación que todavía sienten los catalanes al pensar en el modo en que el anterior presidente español  (que lo fue hasta 2011) prometió apoyar el estatuto aprobado por el Parlamento catalán, y en cómo el entonces diputado Alfonso Guerra se jactó después en una entrevista de haber “cepillado” el estatuto, no pueden ser subestimadas. El PP, actualmente en el poder, añadió más leña al fuego al llevar el estatuto ya recortado al Tribunal Constitucional para que lo redujera todavía más.

Una nación diferente podría haber respondido con la violencia. Cataluña respondió con la movilización y la democracia. A partir de pequeñas manifestaciones en 2006 y 2007 en apoyo del estatuto, 10.000 personas participaron en una manifestación en Bruselas (a 1.300 km de distancia) y en 500 poblaciones distintas se organizaron consultas sobre la independencia con votaciones escrupulosamente organizadas por 60.000 voluntarios, en las que participaron 850.000 personas sin ningún soporte institucional.  Se realizaron encendidas de velas, carreras en bicicleta, actividades de escalada, vídeos, conciertos, cenas, campañas puerta a puerta e incontables discursos. Después de esperar pacientemente durante cuatro años la sentencia de un Tribunal Constitucional cada vez más politizado que no podía tolerar la palabra “nación” ni en el preámbulo del estatuto, un millón de personas se manifestaron− pacíficamente – tras una pancarta que expresaba claramente sus sentimientos: "Somos una nación. Nosotros decidimos." Queremos democracia, queremos votar.

De nuevo, la respuesta del gobierno español fue un no − no a un estatuto mejorado, no a un pacto fiscal. España tampoco cumple su palabra en lo que respecta a compromisos relativos a inversiones adicionales o incluso a las inversiones anuales en infraestructuras. Existen partidas aprobadas y presupuestadas que simplemente no se pagan. Carreteras, puentes y conexiones ferroviarias prometidas no han llegado a licitarse nunca. Cuando la UE establece límites a la deuda que puede contraer España, el estado se reserve la mejor parte para él y establece un límite para Cataluña y otras comunidades autónomas del 1,5%, aunque ello requiera, en el caso de Cataluña, 4.000 millones de euros de recortes en su presupuesto, a pesar de tener transferidas las competencias de sanidad, servicios sociales, educación y policía local.

España aún no entiende la democracia
Una vez más, el pueblo catalán respondió con democracia. La recién constituida Asamblea Nacional Catalana organizó nuestra primera manifestación en 2012 y obtuvo una respuesta masiva – 1,1 millones de personas salieron a la calle sin romper ni un escaparate. El objetivo siempre es el mismo: tener voz, tener voto, democracia. Cuando el actual presidente del gobierno español Mariano Rajoy se negó a adquirir ningún compromiso, el presidente convocó nuevas elecciones con la promesa de un referéndum.

En 2013,  conseguimos que 1,5 millones de personas formaron una cadena humana de un extremo al otro de nuestro territorio, a lo largo de 400 km. Y además, cientos de miles de personas se inscribieron previamente con su nombre, apellido y número de DNI y 30.000 voluntarios trabajaron para garantizar que no existieran huecos en la cadena humana. Todo lo que queríamos era votar. Esta vez fuimos recompensados con una pregunta y una fecha para el referéndum.

En 2014, nos superamos con una bandera catalana de 11 quilómetros en forma de V de Votar en las dos avenidas más anchas de Barcelona. El 9 de noviembre, desafiamos al gobierno español que nos dio la espalda en el Congreso de Madrid, anuló la ley del Parlamento catalán y posteriormente ilegalizó nuestro “proceso participativo” alternativo, diluido y realizado por voluntarios: 2,3 millones de nosotros votamos de todos modos. Europa debería estar orgullosa de estos rebeldes e inspirarse en ellos. Este año hemos puesto el énfasis en diez objetivos de un futuro estado catalán: la democracia fue el número uno.

Nosotros respetamos las reglas. España contraataca anulando nuestras leyes, insistiendo en que las corridas de toros son un patrimonio cultural que no podemos prohibir, impidiendo que nos ocupemos de aquellas de nuestras familias que necesitan ayuda para gozar de los suministros en enero con la increíble excusa de la "igualdad" y una docena de medidas más. Los informes policiales fantasma y los registros con asistencia de los medios de comunicación incluida en sedes de partidos políticos parecen estar dirigidos a debilitar y dividir a nuestros dirigentes políticos, mientras que casos de mayor envergadura y más substanciados no tienen ninguna cobertura, lo que pone de manifiesto el motivo real. España aún no entiende la democracia.

España siempre dice no, no, no. No sois una nación, no podéis votar, no importa lo que penséis, nos pertenecéis. En respuesta, los catalanes no pelean, no gritamos, ni rompemos nada. En lugar de ello, el presidente convoca las únicas elecciones que puede convocar legalmente para que los catalanes puedan expresar su voluntad en las urnas: elecciones parlamentarias, el 27 de septiembre de 2015, que se formulan como un referéndum. España organiza una campaña del miedo que avergonzaría a Better Together. Y hemos vuelto a ganar. Más votos que en anteriores ocasiones. Mayoría de escaños y casi 10 puntos porcentuales más que los del No. Un mandato democrático para alcanzar un estado independiente. Esta es la manera de hacer de Cataluña. Democracia, pacífica  y decidida. No nos tengáis miedo. Aceptadnos. Aprended de nosotros.

Liz Castro es escritora y editor y presidente de la comisión internacional de la Asamblea Nacional Catalana. Seguidla en Twitter en @lizcastro.